sábado, 25 de abril de 2009

COMUNICADO DE LA AGRUPACION PATRIOTICA AURORA


Días atrás, militantes de la Agrupación Patriótica AURORA procedieron a nombrar, con total justicia, dos aulas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA (Universidad de Buenos Aires – Sede Ramos Mejía) con el nombre de distinguidos servidores de Dios y de la Patria Federal. En este orden, le bastó a nuestros camaradas valerse de propios medios para semejantes nombramientos, lo que demuestra una abierta y franca respuesta a la miserable y traidora exaltación que abunda en dicha casa de altos estudios, por cuanto se tienen en cuenta los nombres de escritores, filósofos y criminales emparentados al marxismo ateo, materialista y ligado al liberalismo capitalista mundial coercitivo para denominar tal o cual espacio físico.

El tremendo homenaje que acaban de llevar a cabo nuestros militantes compañeros dentro de la sede universitaria nombrada -verdadero centro del comunismo intelectual y aburguesado-, determinó que el Aula N°401 reciba el nombre de “BRIGADIER GENERAL FACUNDO QUIROGA”, y que el Aula N°301 se denomine “CAUDILLO FEDERAL BRIGADIER GENERAL JUAN FELIPE IBARRA”.

Estos nombres, por más que sean borrados por el cipayaje revestido de estudiantes y dirigentes barbados, execrables imitadores del marrano Fidel Castro Ruz y del agente cubano Ernesto “che” Guevara Lynch de la Serna, entre otros forajidos de la historia “políticamente correcta”, ya quedaron registrados por las herramientas de la tecnología moderna para la posteridad.

Vista panorámica del Aula 301 "Juan Felipe Ibarra".


Haber introducido, guiados por la Fe en Dios y por los medios clandestinos de los que luchan por la reconstrucción y liberación de la Patria, el nombre de los valientes gauchos corajudos Juan Facundo Quiroga y Juan Felipe Ibarra, es, de por sí, un acto que las generaciones futuras vindicarán porque, casi sin medios adecuados, dejan sentado nuestros militantes que la Patria Argentina Federal, Gaucha y Soberana, donde imperan la Independencia Económica, la Soberanía Política y la Justicia Social no corresponde a una mal llamada “utopía” sino a una realidad profunda que nunca morirá.

En este caso, la conducción de la Agrupación Patriótica AURORA en la clandestinidad de los libres decide: ENTABLAR, al igual que lo hiciera el ladrón subversivo Antonio Gramsci, una mortífera lucha por los símbolos, donde a cada nombre de un delincuente subversivo marxista (como el nombre que recibe el Aula N°201, al que le han puesto “Silvio Frondizi” con placa de bronce y todo) se le opondrá el nombre de un honrado servidor de la Argentinidad. Esto recién comienza, no descansaremos hasta ver restablecido, de modo alguno, el que todos los espacios de dicha facultad tengan nombres que corresponden a nuestra historia y nuestras tradiciones. De esta manera, los futuros estudiantes argentinos estarán sentados en aulas que revalorizan a los que lucharon verdaderamente por cada centímetro de la tierra que pisan y tendrán enfrente, no a “profesores universitarios” que han vuelto del exilio por subversivos, sino a profesores con plena conciencia del deber y la enseñanza nacionales, para una Argentina Potencia, sin lugar a dudas.

sábado, 18 de abril de 2009

GACETILLA DE PRENSA DE LA ORGANIZACION RESISTENCIA PERONISTA, POR ACTO DEL 2 DE ABRIL DE 2009

Quema de la bandera imperial de Gran Bretaña, el pasado 2 de abril de 2009, a metros de la embajada inglesa.

La crónica que a continuación damos a conocer, relata de manera breve pero precisa las alternativas que se produjeron el pasado día 2 de abril, jornada en que varias organizaciones y agrupaciones del campo nacionalista recordaron un nuevo aniversario -el 27°- del desembarco argentino en las islas Malvinas.

Al final de dicha crónica, encontramos la gacetilla de prensa de la Organización Resistencia Peronista, con motivo de un 'escrache' llevado a cabo contra la embajada británica en aquélla oportunidad. Demás está decir que dichas acciones recibieron la adhesión en un ciento por ciento de la Agrupación Patriótica AURORA:


RESISTENCIA PERONISTA EL 2 DE ABRIL

(...)

Para el 2 de abril realizamos dos nuevos actos.

Concurrimos y dejamos una ofrenda florar en el Cenotafio a nuestros héroes, y luego, junto con otras organizaciones, participamos de un nuevo "banderazo" en la Embajada de Gran Bretaña.

Cerca de 200 personas concurrieron al acto en las cercanías de la embajada pese al mal clima y las complicaciones producto del entierro del ex presidente Alfonsín a metros del acto. Los patriotas, que aún recuerdan a Malvinas y sus héroes, estuvieron presentes...

El acto comenzó pasadas las 16 horas. La manifestación tuvo lugar en Pueyrredón al 2400, ya que la totalidad de las calles adyacentes a la Embajada de Gran Bretaña estaban valladas con fuerte presencia policial, que alrededor del edificio inglés, asistió con camionetas de infantería y una presencia de alrededor de 300 efectivos. Los ingleses estaban preocupados y debieron de recurrir a la seguridad de la Policía Federal. Al parecer los ciudadanos argentinos parecían unos delincuentes, cuando en realidad sólo se manifestaban en defensa de nuestro territorio nacional.

Con un toque de silencio se dio comienzo al acto, seguido de un emotivo Himno Nacional. Más tarde, se expresaron unas palabras alusivas al 2 de abril, y se leyó una poesía. Hubo una quema de dos banderas inglesas y una norteamericana, como símbolos del Imperialismo que invadió y colaboró con la reusurpación de Malvinas en 1982.

Se advirtió y alertó también a los presentes y vecinos del lugar, la nueva pretensión británica sobre el Atlántico Sur y la inacción cómplice del gobierno nacional, que en un día como hoy, tenía a su presidente en Londres sin mencionar ni presentar un reclamo formal sobre las Islas, en la cumbre del G-20.

Por su parte, también se dio publicidad al raid motonaútico a las Islas Malvinas, que tiene por objetivo zarpar desde el continente a las islas, en pequeñas embarcaciones.

Los medios masivos, avisados en su totalidad, prefirieron establecerse a 60 metros de distancia, en el cementerio de Recoleta, donde se despedían los restos del ex presidente Alfonsín. Ningún medio se acercó a cubrir ni una sola parte del acto.

La Gacetilla de Prensa que dimos a conocer a posteriori del acto decía lo siguiente: "El día 2 de abril de 2009, se realizó el acto conmemorando un nuevo aniversario de la gesta de Malvinas en la puerta de la embajada británica, en este especial año, donde los británicos pretenden quedarse con más de 3.000.000 km2 de soberanía argentina... Viendo que desde el gobierno nacional no se están tomando los recaudos necesarios y ese día se encontraba nuestra presidente en territorio enemigo, desde la ORGANIZACIÓN RESISTENCIA PERONISTA se decidió escrachar a la propia embajada británica, junto a otras agrupaciones. Pese al intenso operativo de las fuerzas de seguridad (que contaba con más de 300 efectivos) se logró llegar a la puerta y escrachar con pintura celeste y blanca el frente de la misma... En ese gesto de arrojo patriótico dos compañeros quedaron detenidos... DIEGO SALCE y MATIAS FALAGAN... Procesados por la justicia, ¡¡¡¡POR DEFENDER A LA PATRIA!!!! ORGANIZACIÓN RESISTENCIA PERONISTA”.

domingo, 12 de abril de 2009

CONTRA LA "LEYENDA NEGRA": ALGUNAS OBRAS DE SACERDOTES CATOLICOS EN LA GOBERNACION DEL RIO DE LA PLATA (1617-1776)


Recientemente, y con motivo de celebrarse las Pascuas de Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, el Papa Benedicto XVI dijo en Roma que la secularización de la sociedad, que está acompañada por la banalización y la desacralización de todo lo que complementa a la vida pública, permite la ridiculización del hijo de Dios. Expresó que "estamos trastornados al ver los niveles de brutalidad en los que los seres humanos pueden hundirse. Jesús es humillado en nuevos modos también hoy, cuando realidades entre las más sagradas y profundas de la fe son banalizadas". Y, en un mismo sentido, indicó que "en la vida pública, todo corre el riesgo de ser desacralizado. Nuestra vida social se vuelve cada vez más secularizada. Lo sagrado es cancelado. Valores y normas que mantenían unidas las sociedades y guiaban a la gente hacia más altos ideales son ridiculizadas".

Resulta innecesario advertir que la nombrada secularización, ridiculización y desacralización son motivadas con fanatismo contumaz por la masonería. Existen varias citas de miembros famosos de la orden que se manifestaron en idénticos términos. No hace falta nombrarlos, aunque tampoco olvidarlos.

Pero no solamente la masonería agita estas maldiciones contra Jesucristo y su creación, sino también las envenenadas teorías que surgen de la "Leyenda Negra" de la conquista española, a la cual tildan de "bárbara", "tirana", "genocida" y toda una larga serie de adjetivos similares -cuando no idénticos- a los que los remanentes de la delincuencia subversiva setentista refriegan, con un claro afán de lucro, contra las FF.AA. argentinas, o bien, como los que la historiografía liberal regala a los verdaderos patriotas nacionales.

En virtud de ello, queremos enumerar algunas obras magnas que los sacerdotes católicos hicieron en nuestro país cuando la Gobernación del Río de la Plata y, posteriormente, en el Virreinato del Río de la Plata. Queremos resaltar los avances que lograron estos misioneros gracias a su magnífico ideal de civilización y creación de cultura. Nada hubiese sido posible sin los hombres de la Santa Iglesia Católica y la decisión de los conquistadores españoles que llegaron al Nuevo Mundo.

La fuente consultada lleva por título "Defensa de la Argentinidad", de Matías E. Suárez, y dice así:

"Esta Iglesia de Cristo, eje vital de la civilización de Occidente, llegó a nuestras latitudes, como ya lo recordáramos, por obra de España quien se valió de los sacerdotes para la empresa misionera y civilizadora. Ellos fueron los verdaderos maestros de la Patria y nadie, medianamente informado, puede desconocer esta verdad.

Fue un sacerdote el primer escalador de los Andes patagónicos y el primero en llegar a las zonas de Bahía Blanca, Río Negro y Nahuel Huapí. Fue un sacerdote quien introdujo las primeras ovejas en la Patagonia y quien, mientras escribía gramáticas indígenas, enseñaba a los naturales a hilar y tejer la lana, plantando los primeros frutales en el que llegaría a ser, gracias a sus iniciales esfuerzos, "el país de las manzanas".

Las primeras casas de Nahuel Huapí las construyó el sacerdote Juan Guglielmo en el año 1704 y fueron los sacerdotes Quiroga, Cardiel y Strobel los que integraron la primera expedición científica, salida de Buenos Aires hacia la Patagonia, en el año 1745.

El sacerdote Falkner fue durante doce años el médico más célebre de Córdoba y del Tucumán; el Padre Bolaños fue el primero en traducir el catecismo a lengua guaraní, realizando una obra tan formidable que desde fines del Siglo XVI no hay gobernador que en carta al Rey olvidara de señalar los méritos civilizadores de aquel humilde y meritorio franciscano.

Del sacerdote Antonio Díaz Picón salió la idea de fundar Corrientes; el sacerdote Alonso Barzana fue misionero, historiador y lingüista: hablaba trece idiomas y dialectos indígenas y escribió la gramática de otros ciento quince para uso de las reducciones; fue el autor del primer drama escrito en el país, así como el primer civilizador de los indios lules y calchaquíes. El padre Ruiz de Montoya fue el primero en escribir sobre la yerba mate, conocida desde entonces como "el té de los jesuitas". El franciscano Francisco Jiménez escribió el primer vocabulario en lengua azteca y fray Alonso de Molina redactó un diccionario de 30.000 palabras de lengua náhoa.

Vicente Gil Quesada pudo escribir con justicia de estos esclarecidos soldados de la Iglesia: "Los vocabularios, las gramáticas, catecismos y sermonarios que en los idiomas indios escribieron los religiosos, se cuentan en tan crecido número y son tan importantes que bastan para constituir un monumento histórico filológico que no tiene parecido".

El sacerdote Hernando Gomar pagó con su dinero una expedición civilizadora al "país del Tucmá" o Tucumán. Fue el sacerdote Juan Cedrón quien introdujo la vid en la Argentina y quien bautizó a la Patria con venturoso nombre fue el sacerdote Martín del Barco Centenera.

El jesuita, médico y cirujano Pedro Montenegro, fue el autor del mejor tratado de Botánica escrito en el Siglo XVIII; la primera farmacia pública de la ciudad de Buenos Aires, ubicada en la esquina de Alsina y Perú, fue obra del ya citado padre Falkner en el año 1680. Los religiosos betlemitas durante más de cien años fueron los únicos enfermeros y los únicos médicos existentes en los hospitales de Mendoza, San Juan, Tucumán, Córdoba, Salta, Jujuy, Corrientes, Paraná, Santa Fe y Buenos Aires. Como si esto fuera poco la primera cátedra de medicina que se creó en Buenos Aires se inauguró en uno de los hospitales de estos meritorios soldados de la Fe.

Fray Tomás de Verlanga fue el descubridor del Río Paraná y el fraile Domingo de Neyra fue el autor del primer libro porteño. La primera imprenta que conoció Buenos Aires fue la del Obispo Andrés de Vergara y Uribe.

El sacerdote Cosme Argüello instaló el primer molino en la zona del Plata y el jesuita Roque Gorostiaga fue el primer navegante del Río Bermejo. El sacerdote Domingo Martínez fue, en el ámbito del Virreinato del Río de la Plata, el primer fabricante de peines, anzuelos, tijeras y trapiches para exprimir la caña de azúcar.

Los jesuitas fueron quienes enseñaron a los indios a fabricar ladrillos y a usar la cal; ellos instalaron, para este menester, el horno más importante de Buenos Aires, en la actual esquina de Moreno y Bolívar, mientras los indios albañiles, por ellos formados, bajaban de Misiones para construir en Buenos Aires los primeros edificios de mampostería, la fortaleza de la ciudad y las defensas del Río Luján".

Para un 20 de noviembre, Día de la Soberanía Nacional, encontramos en la localidad de Obligado, provincia de Buenos Aires, al cantante folklórico federal Roberto Rimoldi Fraga, quien comenzó diciendo algo parecido a lo que sigue, y que guarda entera relación con lo que acabamos de exponer: "En la historia de nuestro país no hay episodio en el que no hayan actuado tres actores fundadores del mismo: un gaucho, un sacerdote y un militar". Hasta la próxima.

domingo, 5 de abril de 2009

UNA ENTREVISTA A JUAN QUERALTO, JEFE DE LA ALIANZA LIBERTADORA NACIONALISTA, DE HACE 24 AÑOS


Revolviendo los archivos dimos, una tarde de hace poco, con una entrevista que la publicación "Todo es Historia" le efectuó a Juan Enrique Ramón Queraltó, el jefe y fundador de la Alianza Libertadora Nacionalista (ALN), organización completamente olvidada pese a lo que significó mientras tuvo vigencia en el país. La entrevista salió en el N° 216, del mes de abril de 1985, por lo tanto está cumpliendo, por estos días, 24 años. Es un interesantísimo testimonio que, en coincidencia con el mes en que fue publicado, queríamos compartirlo con nuestros lectores y ocasionales visitantes del "blog".

Este hallazgo, dice así:

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JUAN QUERALTO

Por Gerardo Bra

Actualmente está en los setenta y cuatro otoños. En la década del 40 era un joven fogoso. Por aquellos años el coronel Juan Domingo Perón (oficial de infantería, viudo, 42 años, ex Agregado Militar en Italia) se asomaba al panorama político a través del inadvertido Departamento de Trabajo -luego Secretaría de Trabajo y Previsión Social-. Queraltó agrupó a una gran mayoría de nacionalistas y dirigió una presencia tumultuosa, a la vez que aguerrida, acusada de estar teñida de nazismo, que se proyectó en aulas y calles en una lucha abierta, a veces cruenta, y en ocasiones esencialmente doctrinaria. Esa organización se llamó Alianza Libertadora Nacionalista, y adhirió al peronismo desde su primera hora.

Su testimonio es historia viva. Este hombre de modales apacibles, de bonhomía típicamente burguesa, está muy lejos de aquel conductor de juventudes. Pero persisten en él las ideas que vertebraron su existencia. Los que no comulgan con ellas reconocerán al menos que luchó a cara descubierta y que arriesgó la vida por sus creencias, sin incurrir en los extremos del terrorismo resentido y encubierto que conocimos en las últimas décadas. Y aún muchos se preguntarán si la Alianza Libertadora Nacionalista que lideró fue una fuerza de choque, el nacionalismo en acción, una genuina forma de enfrentar los avances del comunismo o, simplemente, un instrumento del GOU... Este es su testimonio:


-¿Cómo se inició en la vida política?

-En la década del 30 yo era estudiante y militaba en la Legión Cívica. Resolví entonces formar un grupo de jóvenes universitarios para contrarrestar la prédica izquierdista de la Federación Universitaria Argentina (F.U.A.). Así nació la Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios (U.N.E.S.). De cinco que éramos, llegamos a los 20 mil en menos de dos años.

-¿Cuáles eran los postulados?

-Abogábamos por la presencia de un Jefe, el general Juan Bautista Molina; teníamos una consigna: Liberación Nacional, una voluntad: luchar y vencer, y una mística profundament patriótica. Lo que originalmente fue una organización estudiantil se expandió a otros niveles. Nació así la Alianza de la Juventud Nacionalista. Al principio nos faltó apoyo y los diarios nos ignoraban. Nos impusimos por la grandiosidad de nuestros actos.

-¿Una fecha decisiva?

-1ro. de Mayo de 1943. Hasta ese entonces el Día del Trabajo era una fecha en que se prodigaban los izquierdistas. Nosotros decidimos hacerla netamente argentina, llevando en alto el Emblema Nacional frente al trapo rojo de comunistas y socialistas. Salimos desde Santa Fe y Pueyrredón. Éramos cerca de 2 mil personas; cuando llegamos a la Plaza San Martín la columna tenía 20 mil. Ese acto demostró que existía una conciencia nacional.

-¿Cómo se produjo el acercamiento al Peronismo?

-Mi primer encuentro con Perón tuvo lugar en el antiguo edificio del Ministerio de Guerra (Viamonte y Callao). Un día anunció que iba a formar el GOU civil. La reunión constitutiva se efectuó en el estudio del doctor Rayces y Bonifacio del Carril. El Padre Wilkilson nos leyó los principios del GOU; luego nos tomó juramento y nos dio a besar un crucifijo. Al poco tiempo, Perón convoca una reunión, a la que asisten, entre otros, el coronel Ramírez, el teniente coronel Lagos, el mayor Ferrazzano, Mario Amadeo, Juan Pablo Oliver, Bonifacio Lastra y yo. Nos dice: "Les voy a hacer un anuncio: me haré cargo del Departamento de Trabajo y desde ese organismo voy a hacer la revolución que necesita el país". Los comentarios que hubo después fueron casi peyorativos. Lastra expresó: "Perón dice que va a hacer la revolución con el Departamento de Trabajo... ¡Si yo soy abogado y no voy nunca porque allí no pisa nadie!". Pero el tiempo le daría la razón a Perón...

-¿La Alianza apoyó desde un principio la carrera política de Perón?

-Efectivamente. Se entroncó con el incipiente Movimiento Peronista, aunque actuaba como fuerza independiente. Tuvimos un gran encontronazo con el gobierno del general Pedro Pablo Ramírez cuando se rompieron relaciones diplomáticas con Alemania. Esa tarde me encontraba en el despacho del Ministro de Educación, doctor Martínez Zuviría, y escuchamos a un diariero vocear la ruptura. Martínez Zuviría aclaró: "¡Cómo...! Ruptura de relaciones. Yo soy ministro y no sé nada...!". Luego nos enteramos que la ruptura se produjo por una exigencia del Departamento de Estado. Entonces dijimos que este país era una colonia. Ante ello, la Alianza decidió mandar una carta a Ramírez protestando, y pasamos a la clandestinidad.

-¿Fue a raíz de ello que usted cayó preso?

-Exactamente. Luego de torturarme me llevan a Río Gallegos. Me preguntaban dónde estaban las armas que me había dado Perón. La picana me dejó medio enloquecido. Cerca de cinco meses permanecí en Río Gallegos, compartiendo mi aislamiento con un dirigente comunista: Victorio Codovilla. Pero después de la caída de Ramírez cambian las cosas. Asume Farrell y Perón es nombrado vicepresidente y Ministro de Guerra, reteniendo el cargo de Secretario de Trabajo y Previsión. Al poco tiempo alquilamos el local de San Martín y Corrientes, e iniciamos una serie de manifestaciones de apoyo al gobierno.

-Fue, entonces, que comenzó un período de bonanza para su movimiento...

-Hasta que se declara la guerra al Eje, declaración que lleva la firma de Perón. Eso ocurrió pocos días antes de finalizar la contienda. A nosotros nos pareció una barbaridad. Nos opusimos, lo que nos costó ir nuevamente a la cárcel. Luego viene el asunto de Braden, quien se entromete cada vez más en los problemas del país, apoyado por radicales, conservadores, socialistas y comunistas. Entonces se forma la Unión Democrática. Radicales, socialistas, comunistas, conservadores, se dan la mano y organizan la Marcha de la Libertad. Desfilan por Callao y rinden pleitesía a Braden, quien hace acto de presencia a través de un balcón de una casa de departamentos de Callao. Eso nos enardece. Es una muestra del anti-país, del cipayismo...

-Peguemos un salto al 17 de octubre, ¿usted dónde se encontraba ese día?

-En Villa Devoto compartiendo la prisión con toda la plana mayor de la Alianza por asociación ilícita, según la justicia de entonces. Fuimos puestos en libertad y pasamos al frente de las columnas reivindicadoras. De ahí en más comienza la campaña de Perón para la presidencia. La Alianza lo apoya. Hubo entonces luchas callejeras contra los zurdos. Nos causa risa de que ahora Iscaro dice que apoya al Peronismo. Recordamos, entre otros, un ataque al local de la Alianza de San Martín y Corrientes. Arrimaban automóviles con baldes de nafta para incendiar nuestra sede. Los comunistas siempre fueron incendiarios.

-Después que asume Perón la presidencia, ¿qué ocurre con la Alianza?

-Todo va bien hasta que viene lo de Chapultepec. Para nosotros era una traición, o sea la integración latinoamericana bajo el liderazgo de Estados Unidos. Y lo malo que Perón lo propiciaba. Entonces hicimos ruido por todos lados; inclusive el simulacro de arrojar una bomba desde un avión al Congreso, para que los legisladores no aprobaran el Tratado. Eso nos acarrea que nos manden a la cárcel. Pero al poco tiempo Perón me llama y me felicita, y da la orden de que se ponga en libertad a todos los aliancistas presos. Sigue luego un período de relativa tranquilidad. Los aliancistas nos limitamos al adoctrinamiento, dando conferencias. Pero después del fallecimiento de Evita se nota cierta desestabilización. Borlenghi demuestra ser mi más enconado enemigo, y no es de extrañar, puesto que con Iscaro había tenido militancia comunista en la C.G.T. durante la época del presidente Castillo. Ahí comienza otra clase de lucha...

-¿Emerge Kelly?

-Así es. Un día la policía entra al local de San Martín y Corrientes, y mete de prepotencia a Patricio Guillermo Kelly, a quien la Alianza había expulsado en 1946. Así se apodera de nuestra organización por medio de un acto de fuerza apoyado por la policía mandada por Borlenghi. A mí me llevan preso a Orden Político...

-¿Cuál fue la reacción de Perón ante el atropello?

-A los quince días de encierro consigo enviar una comunicación a Perón. Me manda llamar y me dice: "Lo sé todo. Desensille hasta que aclare. Lo voy a mandar al extranjero". Me designaron en la Embajada Argentina en el Paraguay. Yo no quería ir, pero en el interín Borlenghi me manda matar. Soy atacado en La Perla del Once. Me abren la cabeza a golpes de culata de revólver y me dejan por muerto. Voy a parar al hospital Ramos Mejía, donde permanecí cinco días en coma. El Juez Black que entiende la causa cita a Kelly varias veces pero éste no comparece. En ese entonces es tiroteada mi casa, que estaba ubicada en Floresta y donde vivía mi padre. Resuelvo ir a Paraguay. Allí despliego una acción destinada a la distribución en escuelas de elementos enviados por la Fundación Eva Perón. Trato, también, de unir a argentinos y paraguayos, para coadyuvar a una conciencia latinoamericanista.

-¿Qué pasó con usted cuando sucede la Revolución Libertadora?

-Me echan de la Embajada. Hasta hubo un intento de llevarme a Buenos Aires por la fuerza. Me niego a volver. Entonces me quieren secuestrar, lo cual fue frustrado por personal militar del Batallón Escolta del Presidente Stroessner. Al siguiente día me presento al general Stroessner, quien me dice: "Vea Queraltó. Si usted ha cometido delito alguno están las leyes de extradición, pero que se lo vengan a llevar por la fuerza no lo vamos a permitir". Me quedo, pues, en Paraguay, donde con el tiempo vuelvo a sufrir otro intento de secuestro.

-¿En qué año regresa al país?

-En 1969, cuando gobernaba el general Onganía. Pero recién en 1973 reorganizo la Alianza, durante el gobierno de Cámpora. En esa época redacto un manifiesto que es publicado en casi todos los diarios del país, por expresa orden de Perón. La reorganización de la Alianza -que ocupó un edificio ubicado en Cangallo 1251- se dio durante los gobiernos de Cámpora, Perón e Isabel Perón, hasta que ocurre el golpe de 1976 y debo regresar al Paraguay. Vuelvo al país en 1982...

-¿Se considera retirado de la vida política?

-No del todo. Me siento alentado por un grupo de jóvenes universitarios, para intentar que surja un nuevo líder que ponga coto a la sinarquía zurda que nos invade actualmente. Tiene que haber alguno que diga ¡Basta!, como lo hicimos nosotros, cuarenta años atrás...

-Finalmente, ¿cuáles eran las ideas doctrinarias que sustentaban a la Alianza, habida cuenta de las acusaciones de ser un movimiento de corte nazi-fascista?

-Nosotros estábamos impulsados por una mística profundamente patriótica, porque la tierra nos tiraba y la grandeza del país era nuestra meta, pero de una manera religiosa si se quiere. Estábamos con el país, antes que con cualquier ideología. Si abominamos de la ruptura de relaciones con Alemania fue, precisamente, porque esa Nación luchaba contra las potencias imperialistas que nos habían sojuzgado. Éramos -y lo seguiremos siendo- decididos anticomunistas, porque el marxismo ateo e internacionalista es nuestro mayor enemigo. También estábamos contra toda colectividad que perjudique los intereses nacionales. Ojalá que la Colectividad Judía algún día diera el salto a la historia argentina, que todavía no ha dado. Todas las colectividades lo han hecho, pero la Judía es una colectividad que no aportó para el bien del país; por el contrario se lo han llevado. Quisiera que cambiara de mentalidad, que se consustanciara con el país y se integrara a él. Nosotros no la combatíamos; la criticábamos. Criticábamos, por ejemplo, que en los casamientos de judíos nacidos en la Argentina el Acta obliga a los contrayentes a un juramento de fidelidad a Israel. De ahí nuestro mentado antisemitismo, que no era tal, sino una crítica en defensa del país, pero sin connotaciones racistas.


JUAN QUERALTO. Su nombre está asociado a reuniones multitudinarias, largas columnas marchando por el centro de la ciudad, luchas estudiantiles y proclamas inquietantes. Una presencia ruidosa que participó, activa y apasionadamente, en la confrontación política de una época que ya es parte de la historia.